martes, 13 de marzo de 2012

Capítulo dos.

-Hola!- dijo Marcos, sonriendo.
"Esa sonrisa, ¡Oh dios! Me mata." - pensé.
Me quedé mirandole con cara de gilipolllas tres horas, no sabía que decir, me ponía muuy nerviosa.
-¡Hola!- contestaron Vienna y Susan.
-Ho-hola, ¿que tal?- dije yo. - "Catherine, reacciona, vamos."- me dije a mi misma.
-Bien!- contestó sonriendo. Otra vez, esa perfecta sonrisa. Me mata.
-Bueno chicas, en el recreo nos vemos.- dijo alejandose.
-¡Catherine, eres tonta!- Me dijo Susan.
-Gracias, yo también te amo. - Le dije, irónicamente.
- Llevas enamorada de él desde el primer dia que lo vistes, eres una de sus mejores amigas, ¿y no te atreves ni a mantener una conversación con él?. Sí, eres tonta.- Dijo Susan, poniendome cara de desesperación. Vienna se reía de nosotras. Vaya tres, dirian.
Pero Susan tenía razón. No me atrevía a hablarle, me moría de vergüenza cada vez que lo veía, y me miraba con esos prefectos ojos azules. Pero, no podia decirle nada, ¿Para qué? ¿Para que se riera de mí? Él era una de las personas más populares del instituto, y yo no era nadie. Era yo.
Al terminar el instituto, nos fuimos cada una hacia nuestras casas. Cuando llegé, habia cocido para comer. Lo odiaba, mi madre lo sabía, lo hacía para hacerme sufir. La verdad, la relación con mis padres no era demasiado buena. Yo siempre era la mala, la que hacía todo mal, la que lo estropeaba todo. Era la marginada, como si fuese una extraña en mi propia casa. Pero pasaba de todo. Yo estaba feliz con lo que estaba, tenía a mis amigas. ¿Que más quiero?
Después de comerme el cocido, por desgracia para mí. Subí a mi habitación, y me conecté al Tuenti.
Nada más conectarme me habló Susan.
-¿Has visto las nuevas fotos de Niall en el Twitter?- Me dijo.
-No, espera que voy a verlas.-- Dije yo, conectandome al Twitter.
Por si no lo habeis notado aún, somos directioners, muuuuuuuuy directioners, nos sentimos orgullosas de ellos, son los mejores.
- ¡QUE MONO QUE ES!.- Le dije a Susan.
-Es mi leprechaun, mio, ¿entiendes?, ¡MIO!.- Dijo ella. Para meterse con Niall. Te mata.
-Vale, vale. Fiera.- Contesté yo, riendome.
-¿Vas a venir mañana?-.
-¿Donde?- dije.
- Cat, mañana es tu cumpleaños, ¿Donde estamos?- Me dijo ella.
No me acordaba de mi cumpleaños, mañana cumplo dieciseis años. Dieciseis años. No me lo creo.
- En Narnia, ¿y tú?- pregunté.
- En Wonderland, es más divertido.- Me contestó Susan.
-Bueno me voy, que me aburro, eres una pesada, te amoo <3.-Le dije.
-Adioooooooooooooooooous.-
Mañana es mi cumple, ¿Como mierdas se te puede olvidar tu cumpleaños? Se vé que soy especial, pensé riendome.
-Catherine, baja, tenemos que hablar.- Gritó mi madre por las escaleras.
-Yaaaaaaaa!- le grité.
Al llegar abajo me encontré a mis padres y mis dos hermanas, sentados en el sofá.
-¿Que ocurre?- pregunté asustada.
-Mañana es tu cumpleaños, ¿no?.- Dijo mi padre.
-Si. ¿por?.
-No lo vas a celebrar.-Contestó mi madre, poniendome cara de felicidad.
-¿POR QUÉ NO?.- Grité yo.
- No le chilles a tu madre!- Dijo mi padre enfadado.
- Lo siento, pero ¿por qué?- dije yo más calmada.
-Por qué no, y punto, no tenemos que darte más explicaciones.- Me dijo mi padre.
- Pero, ¿por qué? No podeís dejar que sea feliz una vez, solo una puta vez en mi vida?- Dije yo con lágrimas en los ojos.- ¿Es que no me quereis? ¿Qué os he hecho?.
- Ese lenguaje, señorita. Y no nos has hecho nada, es por cosas de mayores.- Dijo mi madre.
- Es sobre mí, no sobre cosas de mayores. Mañana cumplo dieciseis, puñeteros años. ¿No me vais a dejar celebrarlo, por cosas de mayores?- Les grité, con lagrimas en los ojos.
- Si.- Dijieron ellos tajantes.
Me fuí hecha una furia a mi habitación. No podían hacerme esto, no podían. ¿Queles habia hecho yo?. Me tiré en la cama, y me puse los cascos, escuchando la canción de "Moments", de One Directions. Ellos eran los únicos que me sacaban una sonrisa cuando más lo necesitaba.
Escuché gritos bajjó, y me asomé alas escaleras para ver que pasaba. Eran mis padres, se estaban peleando.
- Venga, Francis, ¿no se lo piensas decir, o qué?.- Dijo mi madre, su tono sonaba enfadado.
- No! Todavía no, es mejor esperadnos unos dias, o unos meses, para decirle eso a Catherine.- Dijo mi padre.
-¿Decirme que?.- Dije yo, entrando a la cocina.


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