martes, 13 de marzo de 2012

Capítulo cinco.

-Nosotras nos vamos.- Dijieron Vienna y Susan de repente, interrumpiendo a mi madre.
- Vale, luego os llamo.-
-No, mejor ven a mi casa a eso de las ocho, que después no voy a estar.- Dijo Susan.
- Vale.- Dije.
Vienna y Susan salieron de mi casa, corriendo. Me giré hacia mis padres y me dirigí al sillón, el mismo en el que me senté cuando me dijieron que era adoptada.
- ¿Y bien?.- Dije yo, aparentando no estar muy nerviosa, cosa que estaba, y mucho.
- Hemos descubierto que tu madre es de Inglaterrra, como ya te dijimos.- Dijo mi padre.- Pero también hemos averiguado que es de el condado de Yorkshire del Sur. No nos han dicho más nada, ya que no tienen más datos, pero que si quieres saber más tienes que ir a la comisaría de Sheffield, allí te informaran sobre casos de niños robados.
- Osea, que para conocer a mi madre tengo que irme a Inglaterra, ¿No?.- Dije yo, aunque sabía la respuesta.
- Si, eso creo.
- Puuuuues vale.-
Me fui hacia mi habitación. Yorkshire del Sur, me sonaba. Fui directa al portatil para averiguar de que me sonaba ese lugar, pero de repente me llegó un mensaje.
"Amor, ven a mi casa arreglada, como de fiesta. Hay sesión de fotos. ;) Susan."
Esta niña, le daban venazos fotográficos.
Eran las seis y media, a las ocho tenia que estar en su casa. Me metí en la ducha corriendo, al terminar no sabia que me iva a poner, opté por un vestido blanco, palabra de honor, y unos tacones normalitos negros. Me sequé el pelo y me lo alisé. Nunca me maquillaba, no lo iva ha hacer ahora. Me miré al espejo. Sonreí. Brackets. Sí, llevo brackets. Los odio. Lo bueno es que falta menos para que me los quiten.
Las ocho menos cuarto. Me dirigí a casa de Susan. Cuando llegé, toqué, esperé un rato hasta que por fin me abrieron. Era su madre, me dijo que pasara. Estaba todo muy oscuro, no habia nadie, me giré y su madre ya no estaba.
- No hace gracia.- Dije, intentando parecer enfadada.
De repente, se encendieron todas las luces y una veintena de personas saleron de sus escondites.
-¡SORPRESA!.- Gritaron.
No me lo poda creer, una fiesta sorpresa. Sinceramente no me lo esperaba, nadie me habia felicitado, crea que se habian olvidado.
- OHHH! Muchisimas gracias, sois unos amores. - Dije yo, dandole un beso a cada uno.
De repente Susan y Vienna se subieron a una mesa.
- Heey! Atención. Un poco de atención.- Dijeron, intentando que todo el mundo las escuchara.- Esta fiesta es para nuestra gran amiga Catherine, una de las mejores amigas del mundo. Por que cone lla, queriamos agradecerle todo lo que ha hecho por nosotras, por que ha estado en lo bueno y en lo malo, nos ha apoyado en todo. Con ella hemos hecho locuras, que con ninguna otra persona podríamos hacer. por que es la persona más simpática del mundo, graciosa, cariñosa, borde y sinvergüenza. Pero aún así, con todos sus defectos, la queremos, igualque ella nos quiere a nosotras.
Lagrimas, cain sin cesar, era lo más bonito, magnifico, perfecto, que me habian dicho en mi vida. Las queria, más que a mi propia vida. Fui corriendo hacia ellas. Les di mil besos, y mil abrazos. Noqueria soltarlas nunca.
La fiesta transcurrió bien. Los chicos trajeron la bebida, y habia suficiente comida. Fui a por una Coca-Cola, cuando vi a Marcos. Me acerqué a él.
- Marcos!- Dije, iva a darle un abrazo, pero me percaté de que iva un poco borracho.
- Catherinee! Amiga mía.
-¿Que tal estás? ¿Te lo pasas bien?- Le dije
-Perfectamente.-
-Me alegro.- Hice ademán de irme, pero me cogió del brazo.
-¿Adonde vas?.- Me dijo.
- A buscar a Vienna y a Susan.- Dije yo, intentando soltarme.- Creo que es mejor que dejes de beber.
-No quiero, además quiero seguir bebiendo, hasta que me harte, Además ¿Quien eres tú para decirme que tengo que hacer?.-
-Tu amiga.- Dije.
-¿Mi amiga?, venga Catherine, todo el mundo sabe que siempre has estado loca por mí. ¿Por qué no me lo demuestras?.- Dijo acercandose a mí, y cgiendome de la cintura.- ¿Qué sientes ahora?
-Asco, mucho asco.- Dije yo intentando paratarme.- Marcos, sueltame.
- ¿Asco? Asco siento yo. No te has dado cuenta que solo soy tu amigo por pena. La niña fea del instituto, ¿Quien más querría ser tu amigo?.- Dijo él, soltándome por fin.
Mi corazón. Oí como se rompió en mil pedazos. Las lagrimas salian de mis ojos, y no paraban. Me había hecho mucho, mucho daño. No quería creerlo. Pero, dicen que los borrachos y los niños dicen siempre la verdad. Salí corriendo, no quería ver a nadie, absolutamente a nadie. Las lagrimas inundaban mis ojos, no vei por donde iva, me senté en el primer banco que ví, me dolian los pies.
Cogí mi movil, y llamé a mi padre. Quería irme a casa. De repente oí un ruido, cada vez más cerca. Estaba asustada. Intenté andar hacia atrás sin hacer ruido. Pisé una rama.
-"Mierda".-pensé.
La persona lo oyó y fue hacia mi dirección. No veia nada, estaba muy oscuro.
Entonces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario