Entonces aparecieron. Vienna y Susan. Gritaban mi nombre.
- Catherine! Estás aquí. ¿Que ha pasado? ¿Porque te has ido?- Dijo Vienna.
Le conté mi conversación con Marcos.
- Será subnormal, ¿por que llevas aparatos? Los aparatos se quitan, lo
de su cara no tiene remedio.- Dijo Susan, lo que hizo que me empezara a
reir.-¿De que te ries?
-Susan, tus insultos son únicos-.
- Ya ves.- Dijo Vienna riendo también.
-Bueno, vamonos a mi casa, ya se ha ido todo el mundo. ¿Te quedas a dormir, no?.
-Si, no tengo ganas de ir a mi casa.- Dije yo. Estaba realmente cansada.
-Pues vamos.-
Al llegar, Susan nos prestó un pijama, y nos fuimos a dormir.
Al dia siguiente, me despertó Susan. Había que ir a por las notas.
Nos vestimos, desayunamos y nos fuimos. Al llegar habia una cola
impresionante, y tardamos veinte minutos para que nos las dieran.
Entramos las tres juntas a la clase.
- Tomad las notas.- Dijo la Paca.- Espero que esteis contentas. Hasta el año que viene.
Cuando salimos Vienna empezó a gritar.
-TOMA! Que puta máquina soy. Ni una, ni una.
- Igual que yo..- Dijo Susan, feliz.
- A mi tampoco me ha quedado ninguna. Pero como a lo mejor el año que viene no estoy aquí, pues me da un poco igual.
Caminamos en silencio hasta el parque de al lado de mi casa.
- Osea, que este es a lo mejor nuestro último verano juntas, ¿No?.- Dijo Susan. Una lágrima cayó por su mejilla.
- No, Susan no llores. Por favor.- Dije yo. Las lagrimas empezaban a inundar mis ojos.- Por favor.
-Es que, Cat, a lo mejor no volvemos a vernos, y..
-¿Y qué? Claro que nos vamos a ver, las tres, las tres inseparables.
juntas. Y si este es nuestro último verano, tenemos que aprovecharlo.
Todos los dia juntas. ¿Ok?.- Dije, y nos fundimos en un largo abrazo,
lleno de recuerdos, buenos y malos. Pero recuerdos. No quería que este
momento acabara nunca, quería que ese abrazo durara para siempre.
Siempre juntas.
- ¿Os acordais,- Dijo Vienna- del dia que nos conocimos?
Me acuerdo como si fuera ayer.
*FLAS-BACK*
Era el primer día de parbulario, yo no quería entrar a clase, es más,
lloraba enganchada a la pierna de mi madre. De repente se me acercó una
niña, su pelo era moreno, corto. Sus ojos vivaces, risueños, y una
sonrisa que no le abandonaba la cara.
"Hola, ¿Vienes conmigo?" me preguntó.
"Pero, no quiero separarme de mi mamá" dije.
"Porfi, que quiero ser tu amiga" me dijo con una sonrisa.
" Bueno, adios mami." dije dandole un beso. Le di la mano a la niña, y nos fuimos hacia la clase.
"¿Como te llamas?" dijo.
"Catherine, ¿Y tu?"
"Susan." dijo con una hermosa sonrisa.
La maestra se presentó, y ns sentamos en una mesa de tres. A mi lado se
sentó una niña. De pelo muy largo y negro, y unos ojos grandes y negros.
Y, al igual que Susan, una hermosa sonrisa en su rostro.
" Hola" nos dijo.
"Hola, ¿Como te llamas?" dijo susan.
"Vienna, ¿y vosotras?"
"Yo soy Susan, y ella es Catherine."
"¿Quereis ser mis amigas?" Dijo Vienna.
"Claro, ¿jugamos en el recreo juntas?" dije yo.
" Sii, pero a las cocinitas" dijo Susan.
"No, a los mamás y papás." Dijo Vienna.
"No, las cocinitas."
"No, a los mamás y papás"
" Y si hoy jugamos a las cocinitas y mañana a las mamás y papás" Dije yo.
"Bueno, vale." Dijieron las dos.
*FIN DEL FLASH-BACK*
Y después de esa pequeña pelea, entre padres y cocinas, nació una gran amistad, he hicimos la promesa de no separarnos nunca.
-Que tiempos aquellos, sin estudiar, ni amores, ni mierdas.- Dijo Vienna, tumbándose en el césped.
- Ya, que vida.-
-Pero de aquellos tiempos quedan dos cosas.- Dije yo.
-Ha, ¿SI? ¿Cuales?
-La primera, y más importante, nuestra amistad. Y la segunda...- Dije yo incorporándome.-Los ataques de cosquillas.
Y salté sobre ellas, haciedoles sufrir de tantas cosquillas.
Y así pasó todo el mes de Junio, entre clases intensibas de Inglés por
la mañana, en la que estabamos apuntadas las tres, ya que no me querían
dejar sola, y risas y baños en la playa por la tarde.
Y llegó aquel día, aquel esperado día. Mañana era el concierto de One
Direction en Madrid. Estaba, nerviosa, no, lo siguiente. Vienna, Susan y
yo estabamos en la cola, íbamos a acampar allí, cosa que nos hacía
mucha ilusión.
-AAAAAAAAAAAAAAY! Que me da un telele.- Dijo Vienna.
- Respira, un, dos,tres, MAC!MAC!MAC!.- Dijo Susan.
Allí habia muchas directioners, hermanas. Algunas las conocía, eramos
como amigas de toda la vida, ya que habíamos hablado por tuenti. Hoy era
la firma y mañana por la noche el concierto. La cola se iba haciendo
más pequeña, ya pronto nos tocarñia, cada vez estaba más nerviosa, miles
de mariposas recorrían mi estómago. Pero me controlé, no quería parecer
una loca. No iba a quedar en ridiculo.
-Y bueno, Cat, ¿algo nuevo sobre tus padres biológicos?- Dijo Susan.
-Pues dentro de una semana cojo un vuelo hacia Shelffield, para ver lo que me dicen allí, y después, ya veremos. ¿Vendreis, no?
-¿En serio preguntas eso? No te vas a deshacer de nosotras tan facilmente.
-Os quiero.-Les dije dandoles un abrazo.- AAAAAAAAAAAAH! Nos toca.
La primera era Vienna, la cual se hizo una foto con los cinco, y éstos
les firmaron el disco. Lo mismo con Susan. Me tocaba, iba avanzando
hacía ellos, que me sonreian. Louis le estaba colocando los rizos a
Harry. Que monos. miles de mariposas recorrían mi estómago. Levo una ño
esperando para esto, para que vengan a España, y los tengo ahí a dos
metros de mi. Pero, lo bueno no es para siempre, y mi suerte no es que
sea mucha. Entonces me sonó el móvil. Era mi madre. No sé para qué me
llamaba, tendría que ser importante. Les dije las chicas que había
detrás de mí que pasaran delante. Los chicos me miraron extrañados, les
sonreí, mostrándoles mis brackets.
-¿Que quieres mamá?.- Dije mosqueada.
-Cat, lo siento. Peor hay un problema.- Dijo.- El vuelo hacia Shelffield
se ha adelantado, sale dentro de dos horas voya por tí.- Y colgó.
¿Como? No, no puede ser. ¿Ya me tenía que ir? No estaba preparada, no
podía separarme todavía de Vienna y de Susan. No todavía no. Las vi a lo
lejos, se estaban riendo. Las hecharía de menos. Mucho. Nunca me han
gustado las despedidas. Por eso me fuí, sin decirles nada. Mi madre me
esperaba fuera del recinto. Me metí en el coche, cogí mi movil y, de
camino al aeropuerto, escribí mi carta de despedida.
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