Epílogo.
Caminaba rápido, sin pausa, con la respiración entrecortada. Sentía como
las lagrimas descendían por mis mejillas. No prestaba atención a nada
de mi alrededor. Comenzó a llover, fuerte. Pero no le importaba, ya nada
me importaba.
Me llamo Catherine, Catherine Winslett. Y esta es mi historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario